Basado en este video hecho por Amy Landino

El 2020 nos ha traído duras pruebas. La reciente pandemia de Coronavirus ha obligado a los gobiernos a limitar la movilidad de los ciudadanos. Muchos de los cuales se han tenido que adaptar a un nuevo esquema, el trabajo remoto.

Estos consejos te pueden ayudar.

1. Inicia tu día en tus términos.

Puedes ser muy tentador que estando en casa no tengas la necesidad de cambiarte de ropa o despertarte a la hora que deseas. Pero esto tendrá un severo impacto en tu productividad y en la manera como afrontas tu día. Lo más adecuado es respetar tu horario y ambiente laboral. Ya sea que respetes el horario establecido por tu empresa o tengas la libertad de definir uno nuevo, lo importante es que te apegues a este horario y además te prepares para hacer la transición de la vida hogareña a la laboral. Esto incluye la vestimenta, ya que es recomendable que te cambies la pijama cuando estés trabajando. Puede ser muy difícil abandonar la comodidad de las pijamas, pero es importante que hagas la distinción casa-trabajo.

2. Escoge un lugar específico para trabajar.

Similar al punto anterior. Es fundamental que crees una división clara entre tu ambiente hogareño y laboral. Ya sea que escojas la cocina, la sala u otra habitación, selecciona un lugar donde las distracciones sean mínimas o nulas (aunque es tu casa, sabes que anular las distracciones totalmente es imposible) y donde puedas concentrarte al 100%.
Escojas el lugar que escojas, por favor, que no haya un televisor con Netflix, o un lugar transitado de la casa. Evita los lugares donde hayan conversaciones o flujo constante de personas, estas distracciones tarde o temprano te van a ganar.

3. Haz una lista de prioridades.

Organizar tu propio tiempo puede ser abrumador si es la primera vez que trabajas desde casa. Por lo que es importante definir una lista de tareas que tengan mayor o menor prioridad cada día. Es recomendable hacer esta lista en la mañana, antes de empezar la jornada, o el día anterior en la noche. Especialmente si no tienes un manager que defina estas tareas por ti. Dedícale de 15 a 30 minutos a definir los puntos en los que te vas a concentrar durante la jornada de trabajo. No te sobrecargues de tareas grandes, lo ideal es tener 3 o 4 tareas complejas divididas en otras tantas más pequeñas.

4. Comunícate.

Es muy fácil que tu familia confunda tu estancia en casa. Comunícales que deben respetar el horario de trabajo que has definido y que no podrán contar contigo durante ese periodo. Negocia los mejores términos con tu familia para que este punto no se convierta en un punto de fricción. Lo importante es que quede claro que tu estancia en casa no es para ayudar en las tareas del hogar y que durante el horario de trabajo, no debes ser interrumpido.

5. Elimina las distracciones.

Por más que creas que eres el rey o la reina del multitasking… no lo eres. Nuestros cerebros son pésimos para trabajar en varias tareas al mismo tiempo. Por lo que debes buscar la manera de concentrarte y desconectarte de las distracciones del hogar. Olvídate de ponerte al día con tu serie mientras trabajas.
Algo que funciona muy bien es usar ruido ambiental. Ya sean sonidos de la naturaleza, ruido blanco o música sin voces. El ruido ambiental te ayudará a concentrarte en las tareas específicas que estés desarrollando. Existen playlists en Spotify con infinidad de música para relajarse, grabaciones de la naturaleza y ruido blanco. Solo escoge tu favorita y empieza a trabajar.

6. Mueve el cuerpo.

Estar en casa hace muy fácil el ir a la cocina y tomar un bocadillo, tal vez dos, o tres. Cuando te das cuenta, habrás estado todo el día sentado y comiendo frente al computador. Eso es un grave error.
Debes moverte periódicamente, ya sea haciendo pausas activas o usando la hora del almuerzo o algún momento programado para hacer una caminata corta o algún otro tipo de actividad. Lo que nos lleva al siguiente punto.

7. Programa tus breaks.

No somos máquinas. Por lo que necesitamos hacer pausas cada cierto tiempo para atender nuestras necesidades. Ir al baño, comer algo saludable, tomar agua, etc. Una buena idea es utilizar la técnica pomodoro para definir periodos de trabajo ininterrumpido, seguidos de pequeñas pausas que poco a poco se van haciendo más extensas. Hay aplicaciones para el teléfono (aunque no es lo recomendable) y tu navegador que te ayudarán a definir estos lapsos de tiempo.

8. Practica tus videoconferencias.

Este consejo es el menos convencional, pero seguro te saca de muchos apuros.
Algunas reuniones son inevitables, por lo que debes estar siempre listo para tener una cuando sea necesario. Por lo que es importante que tengas todo listo antes de tiempo: comprueba que la conexión trabaja normalmente, que la cámara esté funcionando, que tu estás vestido apropiadamente y que tu entorno luzca profesional. Ya sabemos que estás en casa, pero eso no quiere decir que tus compañeros de trabajo o clientes tengan que ver tu clóset como fondo en una videoconferencia.

9. Busca maneras de ser útil.

Esto es algo que se hace normalmente cuando se trabaja en una oficina. Pero que debe traducirse al trabajo remoto. Es importante mantener las comunicación con tu equipo de trabajo. Si has cumplido con tus tareas asignadas, puedes ofrecer tu ayuda a un compañero o viceversa, solicitar ayuda cuando sientas que lo necesitas. Busca oportunidades de ser útil, tal cual como harías en la oficina.

10. Duerme lo suficiente.

Es fácil perder el control de tu tiempo cuando trabajas desde casa. Así como tu familia respeta tu horario laboral, tu debes respetar el horario de tu familia. Luego que ha terminado tu jornada y si todo está resuelto en el trabajo, cambia de mindset y dedícale tiempo a los tuyos y finalmente duerme las hora necesarias. Acostarse tarde y levantarse temprano es algo que solemos hacer inconscientemente cuando trabajamos desde casa, por lo que puedes ayudarte con alarmas o un calendario para recordar cuando debes cambiar el chip y dedicarle tiempo a tu hogar o a ti mismo.

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