Seguramente muchos luchan contra ella a diario. Se trate de oficinistas, artistas o bomberos, todos en algún momento la hemos sufrido. Pero ¿qué es en realidad? y ¿cómo podemos vencer la procrastinación?

En primer lugar y más importante, la procrastinación no tiene nada que ver con el trabajo. Esta no surge porque odias trabajar o la hacer tarea que debes completar.

La procrastinación es un mecanismo de tu cerebro para lidiar con el estrés. Su objetivo es evitar que hagas eso que te estresa, y cambiarlo por algo que te haga sentir bien.

Ante una situación tensa o incómoda, el cerebro preferirá hacer algo sencillo y que te haga sentir confianza. Te presentará una serie de opciones más agradables que por un momento parecen tener prioridad. ¿Te has fijado que antes de ponerte a trabajar parece muy buena idea limpiar el escritorio? Para cuando te das cuenta ya has limpiado todo el cuarto. Qué me dices del famoso: veo un capítulo más y me pongo a trabajar. O el mundialmente conocido: el lunes empiezo.

Pero no debes castigarte a ti mismo. No eres un procrastinador, ni tampoco un holgazán, solo tienes el hábito de procrastinar.

¿Cómo combatir la procrastinación?

Sería demasiado optimista pensar que podemos eliminar el estrés de nuestras vidas. No podemos controlar todos los factores externos que lo generan, pero, sí podemos cambiar nuestra respuesta ante ellos.

Investigadores sugieren que la mejor manera de vencer el hábito de la procrastinación es desarrollar un ritual de “inicio”. Ya que si logras empezar algo, es muy probable que continúes sin detenerte. Así que, aunque parezca raro, debes dejar de pensar, planear o esperar el momento perfecto, y empezar a hacer. Mientras más pienses en hacer algo, más querrás que sea perfecto, empezarás a planear todos los detalles y a crear excusas de por qué lo estás postergando.

También debemos dejar de tener aquellos “grandes planes” que al final nunca completamos. Ya sé que suena duro, pero déjame explicarme. No se trata de dejar de tener aspiraciones, se trata de dejar de ser planificadores y convertirnos en ejecutores. Solemos tener grandes ideas, proyectos enormes que estamos seguros nos llevarán al éxito. Estos proyectos son tan grandes y complejos que luego generan otras ideas, que a su vez se convierten en grandes proyectos. El ciclo se repite varias veces incluso antes de que demos el primer paso. Muchas ideas, poca acción.

Ante esto lo mejor que podemos hacer es empezar a trabajar en cosas pequeñas. Escoger la mínima acción que nos acercará al objetivo y completarla. No pensemos en escribir un libro, tal vez sea mejor solo concentrarse en escribir cinco minutos al día por cinco días. Así la tarea es manejable y sabrás rápidamente si de verdad escribir un libro es lo que quieres hacer.

Mel Robbins recomienda estos pasos para evitar caer en el hábito de la procrastinación.

  1. Reconoce que estás estresado. Es importante ser consciente del origen de la resistencia que sientes antes de hacer una tarea.
  2. Cuenta 5, 4, 3, 2, 1. Cómo menciona el post anterior. La regla de los cinco segundos te puede ayudar a ponerte en acción.
  3. Interrumpe el hábito de la procrastinación. Luego de contar los cinco segundos concéntrate en la tarea que estás evitando, no en otra más.
  4. Trabaja por 5 o 10 minutos. recuerda, haz lo mínimo, lo importante es empezar. Una vez que hayas empezado será más difícil que te detengas.

Y listo, son cuatro simples pasos que pueden hacer una gran diferencia y mejorar nuestra productividad.

La procrastinación es un hábito que nos afecta a todos en algún momento. Estos consejos están ayudando a muchas personas a superarlo. Espero que esta información te ayude a ti también.

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